Por lo general, el sexo oral es una actividad de bajo riesgo. Es posible que en la mayoría de las circunstancias la posibilidad de transmisión del VIH sea nula o casi nula, aunque puede ser mayor en función de algunas circunstancias como:
• Si estás dando o recibiendo el sexo oral: Recibir sexo oral probablemente tenga un riesgo cero o casi nulo, ya que la saliva no está ligada a la transmisión del VIH.
• Si estás dando sexo oral a un hombre o una mujer: Practicar sexo oral a una mujer probablemente tenga un riesgo nulo o casi nulo. Es más difícil que el fluido vaginal o cervical (aunque tiene capacidad de infección) llegue a la boca, diferenciado con el semen.
• Si el semen o el líquido preseminal entran en la boca: Si no existe semen o líquido preseminal, el riesgo es cero, aunque en ocasiones puede ser difícil estar seguro de esto.
• Higiene bucal de la persona que practica el sexo oral: En general, la boca es muy resistente a la infección, pero la presencia de cortes, llagas o encías sangrantes puede constituir una ruta de infección.
La mayor parte de las ocasiones en que el sexo oral se considera un riesgo de infección por VIH se debe a que existen problemas en la boca. Los problemas en las encías son habituales (entre el 10 y el 50% de los adultos). Si te sangran las encías cuando te cepillas los dientes o usas seda dental, es importante que sepas que esto podría ser una vía de adquisición del VIH.
En la práctica, los preservativos apenas se usan durante el sexo oral. Si desconoces el estado serológico al VIH de tus parejas sexuales o si tienes la certeza de que tienen el VIH y su carga viral es detectable, entonces el sexo oral a un hombre debería considerarse como una situación en que existe riesgo de transmisión. Si tu salud bucal es mala, este riesgo puede ser también elevado.
En España, según la fuente, hasta el 5 por ciento de las infecciones por VIH que se producen en hombres gays se deben a la práctica de sexo oral. En estos casos, el motivo más probable es la existencia de heridas en la boca o de otros problemas bucales, y de una carga viral alta en el caso de la persona con VIH. Fuente: CENSIDA